Argentina tiene alto potencial en forestaciones de alta productividad. Con un patrimonio de 1,3 millones de hectáreas de plantaciones, provee materia prima al 95% de las industrias de base forestal. Prorrogar por 10 años la Ley de promoción para los bosques cultivados y fortalecer el ´Seguro Verde´ son desafíos prioritarios, exponen desde la AFoA.
“Un futuro sostenible se construye con madera”, asegura Osvaldo Vassallo, presidente de la Asociación Forestal Argentina (AFoA), la única entidad nacional que representa al sector en el país. Se trata de una organización integrada por empresas, productores forestales, estudiantes y profesionales independientes vinculados al sector forestal y a la industria y servicios asociados.
La AFoA posee regionales en zonas de máximo desarrollo forestal como Misiones, Corrientes, sur de Corrientes y corredor del Río Uruguay de Entre Ríos, el Delta y la provincia de Buenos Aires, Delta bonaerense y Entre Ríos.
La foresto industria representa en Argentina: 1,3 millones de hectáreas de bosques implantados, exportaciones por 550 millones de dólares, 100 mil empleos directos y 7 mil pymes de distinto nivel de transformación de la madera.
Osvaldo Vassallo explica que “la madera es uno de los productos estrella para el desarrollo sostenible. La madera es un producto renovable, reciclable y carbono neutro o positivo. En un mundo que tiene el desafío de absorber el crecimiento de la población, la inclusión en el bienestar de millones de pobres y en un contexto de recursos escasos y cambio climático, las opciones de productos amigables con un desarrollo sostenible son pocas. La madera es una de ellas. Provee materia prima para productos de primera necesidad de la población, como viviendas, muebles, papeles, energía, químicos, reemplazando en muchos casos, el uso de productos no renovables provenientes de la minería y los combustibles fósiles. Con las nuevas tecnologías, como la nanotecnología y las biorefinerías, se agregan un sinnúmero de otras aplicaciones”.
El dirigente asegura que “la pregunta que surge inmediatamente es de dónde obtener maderas de forma sostenible. Tradicionalmente, han sido los bosques naturales los proveedores de madera. Estos bosques tienen valores en biodiversidad, conservación de suelo, de cursos de agua, etc. que pueden superar el valor de la madera que proveen y ya se han perdido millones de hectáreas de bosques por el reemplazo con agricultura y ganadería”.
Por ello, Vassallo plantea que “diversas organizaciones ambientales apoyan las plantaciones forestales gestionadas sosteniblemente como la opción para proveer madera quitando presión a los bosques nativos, al menos, en la parte maderable. Las proyecciones de demanda de madera realizadas por la prestigiosa WWF indican que para lograr que no se pierdan más bosques nativos se requerirán 250 millones de hectáreas de plantaciones forestales para el 2050. Esto implica plantar globalmente siete millones de hectáreas por año”.
En ese contexto, “Argentina tiene alto potencial de crecer en forestaciones de alta productividad. Actualmente, cuenta con un patrimonio de 1,3 millones de hectáreas de plantaciones forestales, principalmente de pino, eucalipto y salicáceas. Cerca del 40% de estas plantaciones se encuentran certificadas por sellos de gestión sostenibles, como son FSC (*) y PEFC (**)”, referencia el presidente de la AFoA.
Justamente, esas plantaciones “proveen materia prima al 95% de las industrias de base forestal del país, que incluyen alrededor de 2.700 pymes que emplean en forma directa cerca de 100.000 personas”.
Metas por cumplir
De todos modos, Vassallo advierte que “aunque el sector es importante, está lejos de su potencial. Desde el Gobierno han presentado como objetivos en la mesa de Cambio Climático llegar a 2 millones de hectáreas de plantaciones forestales para el año 2030. Lograrlo implica un desafío de políticas, luego de años de mucha ambivalencia”.
Pero, por otro lado, “el sector ofrece una amplia gama de posibilidades de inversión, tanto por las expectativas de crecimiento de la demanda interna como global. Internamente, se está recibiendo un apoyo histórico, a partir de la Mesa de Competitividad del Sector Foresto-Industrial presidida por el presidente Mauricio Macri, mediante el cual se priorizan medidas y se alinean incentivos que ha generado expectativas muy positivas”.
Desde el punto de vista de Osvaldo Vassallo, “hoy el sector tiene en agenda varios temas y ejes relevantes para cumplir la meta de cambio climático fijada al 2030. Uno de ellos es prorrogar por 10 años la Ley de promoción para los bosques cultivados N° 25.080, que vence a fines de año, una herramienta indispensable para crecer en superficie forestal hasta tanto de desarrolle una industria que traccione la demanda y logre de por sí sola incrementar la superficie”.
La otra herramienta “fruto del trabajo público-privado es el ´Seguro Verde´, recientemente anunciado y que permitirá financiar la Ley antes mencionada con el aporte voluntario de las compañías de seguro con el fin de reducir la huella de carbono de sus asegurados. Como consumidores, como inversores, como empresarios, como funcionarios, todos tenemos la posibilidad de acompañar el desarrollo sostenible apoyando la expansión de las plantaciones forestales y la producción y el consumo de los productos provenientes de los bosques que se gestionen sosteniblemente”. Y, a su entender, ése “es el camino para ir construyendo un futuro sostenible”. Fuente: www.afoa.org.ar
(*) La certificación de Gestión Forestal FSC (Forest Stewardship Council) confirma que la unidad de gestión forestal está siendo bien gestionada de acuerdo con los Principios y Criterios del FSC. Para conseguir la certificación de Gestión Forestal FSC, el propietario o gestor forestal contrata a una empresa certificadora acreditada para que lleve a cabo una evaluación.
(**) PEFC (Programa para el Reconocimiento de Certificación Forestal) es el sistema de certificación forestal más implantado en el mundo. El objetivo de PEFC es asegurar que los bosques del mundo sean gestionados de forma responsable y que su multitud de funciones estén protegidas para generaciones presentes y futuras. Para ello cuenta con la colaboración de propietarios y empresas del sector forestal, que apostando por la certificación de sus bosques e industrias, están asegurando la sostenibilidad del sector. El PEFC proporciona el marco para la aplicación de unas normas comunes acordadas internacionalmente, a todos sus sistemas de certificación nacional, y a los gestores forestales y empresas de transformación de productos forestales. Los productos de origen forestal (madera, papel, corcho, setas, resinas, esencias) certificados por PEFC garantizan a los consumidores que están comprando productos de bosques gestionados sosteniblemente. Escogiendo PEFC, los compradores pueden ayudar a combatir la corta ilegal y fomentar las principales funciones que juegan los recursos forestales.