Ir hacia las energías renovables y generar masa crítica, sumando voluntades, poniendo en agenda el cambio climático e incomodando a los decisores de turno. Eso plantean Daniela Keesler y Gabriel Blanco, luego de participar activamente en el diseño de uno de los 10 escenarios energéticos de cara a la Argentina 2040 que el 4 de diciembre se presentarán a escala nacional.
“Argentina navega en la zona gris pero en general el G20 no está bien”, expuso el ingeniero Gabriel Blanco, luego de presentar uno de los 10 escenarios energéticos posibles para la Argentina de cara a 2040, a solicitud de la Secretaría de Energía de la Nación. El investigador asume que las fuentes limpias necesariamente tendrán que resolver el 85% de la generación eléctrica del país si se aspira a un desarrollo sustentable. También admite que hay condicionantes y contradicciones pero también señales.
Junto con la ingeniera Daniela Keesler, también autora del informe en representación de la Facultad de Ingeniería de la Unicén, explicaron los alcances de este esquema que intenta arrojar luz acerca de lo que sucederá dentro de dos décadas en nuestro país. El monitoreo fue realizado en forma conjunta con la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).
La propuesta es parte del tercer ejercicio de la Plataforma Escenarios Energéticos, en el que por primera vez se incorpora la participación del Estado nacional, un actor clave en un ejercicio que se propone generar insumos para la elaboración de políticas de largo plazo.
El nuevo Comité Ejecutivo está conformado por el Centro de Estudios de la Actividad Regulatoria Energética (CEARE) de la UBA, el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), la Fundación Avina (AVINA), la Secretaría de Gobierno de Energía de la Nación (SGE) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Pero al mismo tiempo se constituyó un Comité Técnico compuesto por cuatro profesionales: Leonardo Katz, Mariela Beljansky, Gustavo Barbarán y Pablo Alberio. Como escenaristas participaron once organizaciones de primer nivel técnico y académico, con gran representatividad de los intereses de distintos sectores de la oferta y la demanda de energía, entre los que se encuentran la FIO-UNICEN junto la FARN (Fundación Ambiente y Recursos Naturales).
Las premisas dominantes
“Hubo 3 o 4 premisas dominantes: limitar crecimiento de Vaca Muerta, limitar la energía nuclear, decirle no a las grandes hidroeléctricas y nos autoimpusimos como limitación un crecimiento moderado de biocombustibles, más un crecimiento limitado de la movilidad eléctrica individual . El mapa en 2040 tendría que tener estas restricciones e ir por otro lado: ir por las fuentes renovables”, advirtió Blanco.
¿Las dos experiencias previas se tradujeron en políticas públicas? “El Gobierno ya tiene en mente una visión y lo que hacemos, pensando diferente, es en función del desarrollo que ve el Gobierno, ponerlos incómodos pero no sé cuánto poder de torcer el brazo tenemos”, reconoció el investigador.
En realidad, es “generar masa crítica, sumando voluntades”, acotó Daniela Keesler. Ambos se mostraron convencidos de que la discusión sobre el cambio climático “finalmente llega en cascada, se va instalando arriba pero desde abajo también pero aún no se formó la masa crítica como para cambiar una decisión, no lo vemos”.
En la misma línea, el ingeniero Gabriel Blanco aceptó decir que “está instalado el tema y quizá Trump nos hace un favor al negar todo esto”.
“Algunos son compatibles con nuestras ideas y otros en las antípodas”, indicó Daniela Keesler con respecto a los otros 9 escenarios energéticos en cuestión. Y destacaron, con respecto a los intentos anteriores, que este análisis es más sofisticado porque ahora hay una mirada más amplia con respecto a la energía.
De todos modos, hay condicionantes: “queríamos diseñar un escenario que optimizara lo social, lo económico y lo ambiental, no se dio y es una limitación”, plantea Daniela Keesler.
“Pensar a 20 años es complejo: el discurso ambiental no es escuchado, al menos, por nuestra dirigencia. A veces lo que impacta es hablar de temas energéticos y plantear quiénes están detrás de la energía, detrás de la factura de luz que llega a tu casa. ¿Tenemos posibilidad de modificar eso? Eso llega y causa un poco de incomodidad”, reconoció Blanco.
Lo cierto es que mientras tanto “todo el tiempo estamos corriendo detrás de lo que imponen los actores principales del sector, que se cuentan con los dedos de la mano”.
Eso sí, el hecho de no ir por Vaca Muerta implica que “hay que reemplazarlo y hay cosas que se puede. La energía eléctrica se puede otras como los tanques de nafta de los autos , reemplazar la nafta del transporte y el gas que consumos para todo y eso sí que es difícil”.
Por eso, “si no vas por Vaca Muerta nosotros decidimos mantener niveles actuales y no crecen pero implica seguir trayendo gas de Bolivia, hasta que ocurra el gran cambio”.
Por último se pregunta cómo actúan países más influyentes del mundo con respecto al cambio climático: “En transporte, energía, bosques… Argentina navega en la zona gris pero, en general, el G20 no está bien”.