Según las proyecciones de CAMMESA, este año deberán entregar energía limpia al SADI cuatro nuevas centrales de biomasa, por 25 MW. No obstante, algunas fechas podrían modificarse por distintos pedidos de prórroga. Por otra parte, dos proyectos están en proceso de baja y tres ya están en funcionamiento.
Este y el próximo año, serán claves en materia de ejecución de proyecto de energías renovables en la Argentina.
La masa de casi 200 proyectos de energías limpias, por cerca de 6.000 MW, que el Gobierno nacional adjudicó mediante de distintos mecanismos, tiene un plazo de compromiso de operación comercial dentro de este bienio.
En lo que respecta a la biomasa, el número de centrales seleccionadas parecen pocas si se comparan con el volumen total asignado: son 19 proyectos por 202,7 MW (18 por 157,7 MW adjudicados en el Programa RenovAr, y uno de 45 MW fruto de la Resolución 202).
De este total, cabe destacar que tres centrales ya están operando y entregando energía al Sistema Argentino de Interconexión (SADI). Se trata de: Pindó, de 2 MW; Prodemán, de 9 MW; y Ticino, de 3 MW.
Según proyecciones de la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista (CAMMESA), durante este año deberán funcionar cuatro proyectos más, uno antes de que termine el primer semestre y los otros durante la segunda parte del año.
Cabe destacar que se trata de fechas tentativas, ya que algunos proyectos podrían recibir prórrogas, amparadas en la Cláusula 7.2 del Pliego de Bases y Condiciones. Tras el pago de garantías de caución, y la justificación correspondiente de los atrasos en los hitos, los emprendimientos pueden solicitar mayor plazo.
Cosa similar podría ocurrir con los emprendimientos que hayan sufrido retrasos en la firma de la garantía con el Banco Mundial.
Los caídos
Por otra parte, existen dos centrales de biomasa adjudicadas durante la Ronda 2 del Progrma RenovAr que están en “proceso de baja”. Se trata Santo Tome (12,9 MW) y Generación Virasoro (3 MW), de las empresas Norcon SRL y Forestadora Tapebicuá SA, respectivamente.
El motivo del Gobierno es que los adjudicatarios se rehusaron a firmar los contratos PPAs correspondientes, dentro de la fecha límite otorgada.
Por su parte, los empresarios explican que se trató de la inestabilidad financiera lo que desencadenó en esta caída en los proyectos. Solicitaron mayor contemplación al Ejecutivo pero hasta el momento la respuesta es negativa. Fuente: www.energiaestrategica.com