La eficiencia energética y el avance de equipamiento o tecnologías aplicables al desarrollo rural o periurbano están en la agenda del INTA. Desde paneles solares, biodigestores y aerogeneradores para uso residencial y productivo hasta termotanques solares, como es el caso de Olavarría. Maximiliano Mazzei, ingeniero agrónomo, explica los alcances de la propuesta en el distrito y la región.
La producción y el uso de energías alternativas y renovables es una necesidad actual y futura para el ser humano y es clave para la agricultura familiar ya que representa al 80% del sector rural en el noroeste argentino, más del 70% en el noreste del país y superior al 50% en las demás regiones.
Son sectores que carecen en muchos casos del acceso y uso de energías que permitan producciones sustentables y condiciones de vida digna. A la falta de acceso a fuentes de energía convencionales y tecnologías para utilización de alternativas por parte de los productores se le suma la escasa información sobre la demanda energética en los sistemas productivos. Pero hay capacidades locales y regionales trabajando en red que pueden ser fortalecidas y promocionadas como es el caso de Olavarría.
Maximiliano Mazzei, ingeniero agrónomo y referente del programa Pro huerta, que depende de Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y ejecuta el INTA, destaca las capacitaciones desarrolladas y la fabricación de temortanques solares en el distrito y en otros municipios bonaerenses.
“En 2013 se comenzaron a fabricar los termotanques solares aunque en Olavarría primero hubo capacitaciones y recién en 2017 junto se avanzó junto con la Dirección de Desarrollo Sustentable Municipal con el diseño de uno local.
“Con el ingeniero Gustavo Núñez hicimos una capacitación en un Servicio Territorial y armamos el termo solar”, explicó el ingeniero Mazzei, que adquirió la técnica específica pero ya tenía incorporados saberes previos por mandato familiar, con padre y hermano gasistas.
La iniciativa se replicó en Lobería aunque en el ámbito local luego se repitió pero acotada a las capacitaciones y no con la práctica de fabricación por “estar limitados con el costo de materiales. Y este año la idea es dar uno en Balcarce, otro en San Cayetano y otro acá en Olavarría. Será cuestión de conseguir los materiales”, admitió el profesional.
Fabricación y aplicaciones
¿Cómo se construye? ¿Qué materiales se necesitan? El ingeniero agrónomo indicó que los insumos son “comunes, se pueden comprar en cualquier ferretería o solicitando donaciones y se reciclan, como el tambor que acumula el agua y el tambor que lo recubre, que es un tarro de 200 litros metálico. El que tiene capacidad de mantener el agua es el que trae cloro para pileta”.
A eso se le anexan “otros materiales comunes. La parrilla y demás se hace con cañería de polietileno de dos pulgadas. La caja que se aísla, la hacemos con chapa galvanizada. Y la construcción es similar a cualquier termo convencional: tanque de almacenamiento, una caja aislada que contiene parrilla de caños que va a transformar la energía solar en térmica y hará que se caliente el agua”, detalló.
La capacidad es de 80 litros aunque han probado con algunos de 100 litros y funcionan sin inconvenientes.
¿Qué aplicaciones tienen en la práctica? ¿Quiénes demandan este producto? “Está diseñado para zonas periurbanas y urbanas adonde no llega el gas y si bien pueden tener luz un termo eléctrico es muy costoso. A leña también son costosos y ésta es una manera de mantener agua en condiciones no solo para uso familiar sino usar en producciones pequeñas. Se diseñó para la agricultura familiar”, explicó Mazzei.
En la región, predomina el uso doméstico aunque también es utilizado producciones agrícolas. “La temperatura no es muy elevada, en promedio 50 grados, que también puede servir para pelar pollos, por ejemplo, y les sirve a pequeños productores”, aclaró el referente del INTA local.
Con respecto a los ámbitos de aplicación, hay urbanos y rurales. “Mucha gente reconoce que es muy importante tener agua caliente a través de termos solares. Es un rédito económico y una manera de contribuir al ambiente. Mucha gente se ha acercado para adquirirlo para uso propio”, observó.
Los que demandan
¿Quiénes son los que más demandan este tipo de productos? “Generalmente los que demandan esta tecnología son gente que no puede acceder a comprar un termo solar” aunque advierta las ventajas económicos y ambientales que conlleva.
El costo “no lo tenemos bien definido. Ahora con los aumentos que ha habido es muy difícil de calcular pero siempre se calculó un poquito más que uno de la misma capacidad pero comprado. Es fácil y no es costoso”, indicó Mazzei.
¿Tienen ventajas respecto de los convencionales? “Si bien es más barato, la desventaja es que los termos comprados tienen más performance, retienen más la temperatura o calientan más rápido porque disponen de otra tecnología”, señaló.
Ahora, “cuando usamos estos tanques de fabricación propia, una persona sabe que si se rompe algo sabe cómo repararlo de manera fácil y no muy costoso. Lo armaste y las dificultades las podés resolver. Resisten las heladas y es más barato”, rescató el profesional.
Sí es un producto sustentable: “se utilizan materiales sustentables y estás reciclando, además de la autonomía que tiene. 50 grados de media, en verano más y en invierno decae un poco y mantiene bastante la temperatura” sin depender de la red de energía eléctrica o de provisión de gas.
Otro punto a considerar es su perfil de autoconstrucción. “La idea es que cada uno pueda hacerlo. Hay muchas ideas como tener termos solares en zonas productivas hortícolas como calefacción, tipo radiador, que no hemos probado. Servirían para calentar en lugares donde hace mucho frío en invierno, con temperaturas que eviten el daño por helada y adelantarse con la producción de plantines, por ejemplo”.
Generación limpia
En cuanto al rol que le cabe a las fuentes limpias dentro del INTA, Maximiliano Mazzei recordó que en “dentro de la agricultura familiar las energías renovables tienen un papel fundamental ya que permite a los productores a través de estas tecnologías aumentar producciones y mejorar condiciones de trabajo”.
En síntesis, “tienen un rol importantísimo dentro de la institución. En mi caso estoy más vinculado con la agricultura familiar pero esta energía se aplica a pantallas solares para utilización de bombas sumergibles así como otras tecnologías como eólica que emplean en otros lugares
En este caso, las capacitaciones apuntan a la fabricación, instalación, uso y mantenimiento de termotanques solares. En otros puntos del país la oferta también incluyen paneles solares, biodigestores y aerogeneradores para uso residencial y productivo.
Son equipamientos que mediante el uso de materiales específicos y algunos principios físicos sencillos transforman la energía solar incidente en calor útil para calentar agua de uso sanitario, cocinar, calefaccionar o abastecer de energía calórica algún proceso productivo como el deshidratado de alimentos.
Son equipamientos sustentables desde el punto de vista ambiental y económico. La energía solar es gratuita por lo que su aprovechamiento implica un ahorro directo y permite a las familias y emprendimientos bajar los costos de manera considerable.