Detrás de los desechos como materia prima surge el empleo, a eficiencia energética y el desarrollo sostenible. La empresa Malvinas, a cargo del servicio, asegura que es un tema de agenda pero que la pandemia lo frenó. Proyecciones y condicionantes en una ciudad que genera 120 toneladas por día de basura.
El reciclaje como motor económico es una opción que está en agenda y que ubica a los residuos como materia prima capaz de promover una economía circular que permita el cuidado del ambiente, la eficiencia energética y la generación de empleo ahorro. “Tenemos planes en Olavarría, el Municipio venía trabajando y evaluando alternativas”, admite el ingeniero Maximiliano Sacerdote de la empresa que tiene a cargo la gestión de los residuos desechos domiciliarios en nuestro distrito.
Transporte Malvinas se hizo cargo del servicio de recolección, barrido y tratamiento de residuos en enero de 2011. El contrato vence “a fin de año y siempre nos interesa participar”, expuso el profesional, con la mirada puesta en el potencial económico que se desprende de las 120 toneladas diarias de residuos urbanos que en promedio generan los olavarrienses.
Empresa pionera
Llevan una década de prestaciones pero pretenden avanzar en materia de reciclaje teniendo en cuenta que Olavarría es una ciudad con perfil industrial, hay capacidad técnica y mano de obra calificada que posibilitan el inicio de un desarrollo en materia de minimización de residuos.
La empresa cuenta con experiencia. Lleva más de cuarenta años en busca de generar soluciones integrales para el cuidado del ambiente con servicios de higiene urbana e ingeniería ambiental. Son pioneros y desde la década del 70 han operado en 15 municipios del país y de Uruguay con más de cincuenta contratos en “forma satisfactoria”.
Es una firma de capitales 100% argentinos, especializada en la prestación de servicios de higiene urbana y soluciones ambientales, realizando también un sinnúmero de otras actividades conexas tales como aseo, limpieza y saneamiento urbano; disposición final de residuos; operación de plantas de recuperación de materiales; energías renovables; áreas verdes; obras menores en vía pública y limpieza de edificios.
Desechos y renovables en la mira
La gestión de residuos sólidos está asociada al control de la generación, almacenamiento, recolección, transferencia y transporte, procesamiento y evacuación de desechos urbanos donde se ponen en juego la salud pública, la economía, la ingeniería, la estética y de otras consideraciones ambientales.
También responde a las expectativas públicas sobre las problemáticas ambientales y ecológicas donde el reuso, reutilización y reciclado de RSU cumplen un rol clave. Desde la firma se promueven proyectos de diseño y operación de estaciones de transferencia de residuos.
Las energías renovables también son parte de la agenda de trabajo. La correcta disposición final de los residuos en rellenos sanitarios no es suficiente. Desde la entrada en vigor del protocolo de Kyoto resulta “indispensable el desarrollo de proyectos para reducir las emisiones de gases generadores del efecto invernadero. Es por ello que hemos avanzado incorporando a los rellenos sanitarios que operamos proyectos de captura y quema de biogás en el relleno sanitario”, indican desde la empresa.
El freno de la pandemia
Maximiliano Sacerdote señaló que “estamos trabajando con Olavarría, es el municipio de mayor gestión y tratamos de replicar experiencias buscando innovación. Olavarría tiene capacidad técnica, mano de obra calificada. Es una ciudad industrial y se puede iniciar un desarrollo en cuanto a minimización de residuos. Hay metalúrgicas, cementeras, canteras. Tiene recursos humanos y está mejor posicionada”.
“Este es el año que más cerca se estuvo” de avanzar con proyecto vinculados con el reciclaje y la economía circular “pero llegó la pandemia”, se lamentó el profesional.
Con la subsecretaria de Empresas e Inversiones, Emilia Díaz, “se evaluaron alternativas que además generarían fuentes de trabajo y desde lo ambiental cierra porque se dejaría de enterrar ciertas fracciones de desechos. Y en lo económico es cubrir parte de la operación con la venta productos. A eso se suma la eficiencia energética y a partir de lo orgánico hacer autogeneración”, analizó el ingeniero Sacerdote.
Cuestión de fondo
“Olavarría es una ciudad grande y la escala de inversión es de cierta magnitud, requiere de otra tecnología. El Ministerio de Ambiente seguramente puede generar crédito internacional” pero “hay que ver las inversiones internacionales y cómo queda posicionado el país” después de la crisis sanitaria por el coronavirus, aclaró el referente de Malvinas.
Las expectativas respecto de la actual gestión de Gobierno están y el hecho de que “exista un Ministerio de Ambiente es un buen indicador” pero “ahora estamos en un momento complejo”.
Desde el Ministerio se hacen encuestas a municipios y estamos trabajando con otros municipios relevando problemática. Hay etapas de consultorías a nivel ministerio para evaluar la región norte, sur y AMBA. En ese diagnóstico habrá financiación.
Actualmente Malvinas también está operando en Azul y Tres Arroyos, donde desarrolla proyectos de reciclaje y biogestión. “Siempre está el proyecto dando vueltas y donde sea posible alinear a diferentes actores se puede trabajar pero la pandemia cambió” el escenario y “no sabemos cómo va a ser cuando se libere la situación”.
No obstante, “siempre estamos buscando ideas” y en las proyecciones se pretende minimizar “en cuanto a seco entre el 14 y 16%. Lo hacemos en Tres Arroyos desde 2016 y es totalmente positivo. Requiere de decisión política pero que además que se sumen los actores industriales, que la comunidad separe sus residuos y opte por el (material) recuperable”, explicó Sacerdote.
En cuanto a la materia orgánica “tenemos en prueba piloto un biodigestor viendo el comportamiento en calorías, además de la planta de reciclaje y el relleno sanitario en Tres Arroyos. Eso sería replicable a Olavarría, con modificaciones”, destacó.
En cuanto al biogás, indicó que “está funcionando pero con un solo módulo conectado y habría que seguir. Hay proyecto con inversión internacional para generar energías” y oportunamente “con la Facultad de Ingeniería hemos hablado para ser asesorados, en función de proyectos siempre que la tecnología sea de avanzada y no quede obsoleta”.