A través de una resolución establecerá un marco para el uso de ‘digeridos’, destinado al sector agronómico. La medida quedará a disposición de cada jurisdicción para que los gobiernos provinciales la apliquen de manera total o parcial. Además, abre una puerta para su futura comercialización.
A partir del tratamiento anaeróbico de materia orgánica, se obtienen biogás y, como subproducto, biofertilizantes. En la Argentina, a partir del sistema de licitaciones RenovAr, se espera la construcción de 37 plantas de biogás, por 73,4 MW. Y existen 3 que están en funcionamiento, por 4,6 MW. Muchas de ellas utilizan y utilizarán residuos orgánicos logrando así su valorización y evitando posibles daños al ambiente.
En el marco del crecimiento del sector, toma trascendencia la pregunta sobre qué se debe (y puede) hacer con los biofertilizantes.
Es por eso que desde junio del año pasado se formó una mesa de trabajo liderada por el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, que incluye actores del sector público relevantes en la temática como el SENASA, PROBIOMASA (Ministerio de Agroindustria), INTA, INTI, Y-TEC, y empresas privadas, como Benito Roggio y Grupo IFES.
Como conclusión de ese proceso de trabajo, próximamente el Gobierno nacional, a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable que conduce Sergio Bergman, lanzará una resolución técnica que regule su uso y aplicación agrícola en cultivos intensivos o extensivos.
En diálogo con Energía Estratégica, Carla Coluccio Leskow, una de las que lidera la iniciativa, quien es asesora de la Dirección de Calidad Ambiental y Recomposición del Ministerio, en principio aclara que es preferible hablar de “digerido” en lugar de biofertilizante.
La causa es que a los ojos del SENASA el fertilizante está estandarizado con ciertas cantidades de componentes como nitrógeno, potasio, fósforo. “El digerido es un material que varía en esa composición”, explica. Es decir que es preferible emplear esta terminología.
Otra aclaración de Coluccio Leskow es que esta resolución se lanza a modo de recomendación para las jurisdicciones, ya que el cuidado ambiental es potestad de cada una de ellas.
“Lo que nosotros hacemos, entendiendo que hay una necesidad, es regular este tema porque varias provincias no lo han hecho por tratarse de algo nuevo que crece al calor del desarrollo de los proyectos de biogás”, cuenta la especialista.
Una vez publicada la resolución, las provincias podrán adherir a ella o ajustarla en función de su realidad, según lo considere cada una.
Por otra parte, el proyecto incluye, entre otras cosas, especificaciones respecto de los sustratos, del nivel de patógenos y contenido de metales y hace referencia a la necesidad de realizar planes de aplicación y análisis de suelo.
“El desarrollo tecnológico tiene que estar acompañado de políticas destinadas al cuidado de los recursos, tanto del suelo como del agua. Por eso desde el Ministerio de Ambiente estamos trabajando en herramientas que acompañen este desarrollo poniendo como eje la cuestión ambiental”, añade Coluccio Leskow.
En cuanto a la comercialización del digerido, la resolución abrirá una puerta para que pueda generarse un mercado, pero el ente que tiene la potestad de autorizarlo será finalmente el SENASA.
“Entendemos que para que esta tecnología sea viable tiene que empezar a ser comercializada y es por eso que estamos trabajando junto al SENASA en ello”, explica la asesora del Ministerio de Ambiente. Fuente: www.energiaestrategica.com
