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Con energías renovadas, reasumen el compromiso de incluir la dimensión “verde” en cada iniciativa que emprenda la Facultad de Ingeniería y de ese modo lograr impactos positivos en la comunidad. Hay docentes y nodocentes, graduados/as y estudiantes que explican por qué buscan multiplicar sus ganas, apostando por un futuro más sustentable.
 

 

“Que haya un fondo verde”, dicen casi a coro mientras se preparan para sellar en esa imagen una nueva etapa del ECO.FIO, el espacio de la Facultad de Ingeniería gestado para instalar las problemáticas socioambientales como eje transversal dentro y fuera del campus universitario. Hay docentes y nodocentes, ingenieros/as con 30 años de experiencia y estudiantes a un paso de recibirse con ganas de inyectarle nuevas energías a este ambicioso desafío.


¿Qué los une? La necesidad de generar conciencia, nuevas capacidades y competencias a través de acciones o actividades que tengan presente la dimensión socioambiental. Con educación, investigación, extensión y transferencia, emprendimientos y proyectos académicos pero también iniciativas que articulen con la comunidad.


El punto de partida será encuestar a la comunidad académica para relevar demandas y propuestas que enriquezcan el trabajo del ECO.FIO que dirige el magister ingeniero Gabriel Blanco, referente nacional e internacional en temáticas ambientales. Hay un Comité Consultivo integrado por la Lic. Romina Baldi, las ingenieras Cecilia Paulo, Paula Vitale, Gisela Córdoba y el ingeniero Cristian Ruschetti en representación del claustro docente; la Ing. Analía Acosta desde el claustro de graduados; Laura Ayesa por el claustro nodocente; Nicolás Brizzio que forma parte del claustro de alumnos/as y la Ing. Gabriela Hüls que pertenece a la gestión de la FIO, a cargo de la decana Ing. María Peralta.


El primer paso de este relanzamiento será un ciclo de conferencias que agenda para noviembre. Uno de los encuentros será con jóvenes y girará en torno de cómo abordar la problemática del cambio climático desde la militancia en las organizaciones sociales; la otra disertación apuntará a la transición energética, a cargo de referentes de YPF Luz.


El objetivo está claro y pretende “traer la problemática socioambiental a la FIO pero también llegar a la comunidad” desde un “espacio plural con todos los claustros para que el abordaje sea desde todas las perspectivas”, enfatiza el Mag. Ing. Gabriel Blanco, director de ECO.FIO.


El desafío estará centrado en la necesidad de introducir la temática durante la formación en las distintas ingenierías y “llenar ese vacío en un momento del mundo en que es impensable la formación sin contacto con problemáticas ambientales”.


No es sencillo y requiere de una fuerte dosis de concientización porque “no está instalado. Nos formamos en otro momento de la historia cuando no se hablaba de esto. Formalmente se está trabajando en los planes de estudio pero el abordaje de ECO.FIO es transversal y las actividades que se relanzan incluyen todo tipo de acciones”, analiza el experto en cambio climático, energías renovables y desarrollo sustentable.



Oportunidades y experiencia

 

Desde el Departamento de Ingeniería Industrial y el claustro docente, la Lic. Romina Baldi aspira que el programa ECO.FIO sea “un puntapié en lo académico. Ya se está trabajando en planes de estudios para contemplar lo ambiental pero la idea es trascender, llevarlo a la comunidad, retroalimentarnos de lo que pasa afuera y ofrecer propuestas”.


En ese contexto, la profesional dimensiona que Olavarría tiene “un polo industrial, minero, empresas alimenticias y metalmecánicas que necesitan de profesionales con un enfoque de sostenibilidad”.

 

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Referentes del programa ECO.FIO mantienen reuniones quincenales.

 

La Ing. Cecilia Paulo es parte del Departamento de Ingeniería Química y se suma convencida de que “como ingenieros tenemos que dejar de hacer la vista gorda a los problemas socioambientales, incorporarlos a nuestras tesis, carreras de grado y proyecto final. ECO.FIO puede funcionar como plataforma que sea orientadora”.


La docente e investigadora señala como ventaja comparativa que haya “gente con experiencia” y que surja la posibilidad de “unir esfuerzos y aportar soluciones a los problemas que hoy tiene el mundo”.
“Es una gran oportunidad para armar puentes, conectar la ciencia con las necesidades locales, haciendo partícipe a lo productivo y las industrias pero también a la sociedad”, apunta la Ing. Paula Vitale, docente de Ingeniería Química.
Las diferentes ramas de la ingeniería pueden ofrecer soluciones “con destino social además de productivo”, aclara, tras reconocer que esa demanda ya está instalada en los alumnos. “Tenemos que actualizarnos, informarnos para poder formarlos. Es una gran oportunidad de hacer crecer a la FIO”, plantea con entusiasmo.


La ingeniera química industrial Analía Acosta llega en representación del Centro de Graduados y agradece que, por primera vez, los sumen a una mesa de trabajo. “Estamos distribuidos en todo el país y el mundo, con mucha experiencia. Todos los temas ambientales hoy han pasado a ser determinantes. Antes definíamos la viabilidad técnica y económica de un proyecto, después estaba el impacto ambiental como requisito. Hoy se empieza al revés. Creemos que podemos aportar a ese cambio”, remarca, con casi dos décadas de experiencia en Chile, Brasil y España.



Con impacto social

 

Laura Ayesa es nodocente y trabaja en la Secretaría de Extensión, Vinculación y Transferencia de la FIO. “Siempre atendemos demandas socioambientales del afuera, desde empresas a jardines de infantes. Está instalado que acá alguien sabe sobre eso”, reflexiona mientras recorre el campus universitario con la mirada.


Valora que en el ECO.FIO confluyan propuestas que “están pero aisladas. Hay que unirlas y ver si se puede incidir de algún modo en las políticas públicas. Que el Estado busque en la academia la referencia, por fuera de partidismos y que este espacio sea la referencia”. Eso sí, en paralelo invita a “repensar el lugar que habitamos en nuestro trabajo, desde lo cotidiano” con un compromiso "colectivo” que genere ambientes menos contaminantes.


Cristian Ruschetti es docente de Electromecánica, viene del claustro docente y es investigador del CONICET. Las máquinas eléctricas con diseño de generadores y los motores eléctricos forman parte de su paisaje cotidiano. “Cómo llegar con impacto a la sociedad y no solo generar tecnología; salir al medio, ver cuáles son las necesidades en temáticas que uno puede abordar como energía o agua potable”, es lo que se propone. Y confía en que el ECO.FIO pueda “motorizar esa transversalidad, generar conciencia puertas adentro y hacia afuera, transmitir lo que se hace” porque “no es justo que el conocimiento quede en una publicación y no se transfiera a la comunidad”.


Nicolás Brizzio va moldeando sus intereses hacia el desarrollo de tecnología aplicada a vehículos eléctricos y energía solar fotovoltaica. Cursa el último año de Ingeniería Electromecánica y aceptó esta propuesta como “un desafío personal que, a futuro, será profesional. La transversalidad es enriquecedora y hay una demanda latente en nosotros, los alumnos”.


“Es salir de la zona de confort”, reconoce el estudiante, consciente de que es posible abrir la mirada y encontrar la perspectiva ambiental en el inicio, el durante y el final de la carrera.


La Ing. Gabriela Hüls se une desde la nueva gestión, cuya conducción de la FIO asumió en julio. Como secretaria de Extensión, Vinculación y Transferencia siente que es hora de “armar un equipo de trabajo con diferentes perfiles y de poner en agenda las cuestiones socioambientales con la Facultad de Ingeniería como referente”. Fuente: Punto FIO / Facultad de Ingeniería / UNICEN

 

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