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Hubo dos ediciones presenciales y una online, con 220 asistentes y 70 graduados. Las energías que más atraen son la solar y la eólica aunque el abordaje es integral. La Dra. Verónica Córdoba, coordinadora de la propuesta, destaca el perfil y los alcances de esta formación.

 

Desde la primera edición, las energías solar y eólica son las que más interés despiertan, aunque  el desarrollo de la bioenergía y las tecnologías ambientales también suelen ser relevantes. Sin embargo, la Diplomatura Universitaria en Energías Renovables y Tecnologías para el Desarrollo Sustentable de la Facultad de Ingeniería de la UNICEN las incluye a todas, con capacitaciones que tienen un perfil global.

La oferta académica se impulsa desde 2017 en el marco del programa institucional ECO.FIO y el balance que arroja es positivo.

Su objetivo es formar recursos capaces de colaborar en la formulación, desarrollo y gestión de proyectos de energías limpias y a la vez que puedan ser capaces de comprender el funcionamiento de tecnologías y los procesos productivos vinculados con el crecimiento sustentable.

La propuesta inicial fue la más exitosa, con 136 Inscriptos, de los cuales se diplomaron 55 mientras, que en 2018 fueron 57 inscriptos y de ese total se diplomaron 15. Ambas ediciones fueron presenciales.

Luego, con la pandemia se decidió redefinir el formato y proponer una versión online, cerrada, en el marco de un acuerdo entre la FIO y la Municipalidad de Lobería, con 29 aspirantes, aunque no todos estuvieron en condiciones de cursar.

 

Aulas y territorio

 

A partir de esta iniciativa académica, el diplomado cuenta con los conocimientos necesarios para desempeñarse colaborando en la formulación, desarrollo y gestión de proyectos de energías renovables. Para ello, se imparten conocimientos básicos sobre las tecnologías para el aprovechamiento de recursos energéticos y otras tecnologías para producción limpia así como conocimientos y herramientas para la formulación y evaluación técnica, económica, ambiental y social del proyecto.

La diplomatura tiene una extensión de 12 meses y es rentada aunque para los estudiantes de grado de la UNICEN ha sido bonificada. Ofrece cursos sobre energía solar fotovoltaica, energía eólica, bioenergía, tecnologías ambientales, ecología Industrial, formulación y evaluación de proyectos y energía solar térmica.

Asimismo, contempla seminarios de problemática energética y desarrollo sustentable, huella de carbono, inventarios de GEIs, mercado eléctrico y esquema regulatorio, edificación sustentable y problemáticas socio-ambientales entre otros.

También prevé visitas de campo a proyectos de energías renovables, tales como la Central Solar de Espigas, a la central eólica Loma Blanca, en Trelew (Chubut) y a la planta de Biogas del relleno sanitario de Olavarría. Luego se exige un trabajo final de la Diplomatura que integra los conocimientos adquiridos.

 

DIPLOMATURA BALANCE

La captura de biogás en el relleno sanitario de Olavarría es una de las prácticas a las que acceden quienes cursan la diplomatura.

 

Pueden cursar esta diplomatura quienes tengan título secundario, no solo los que acrediten trayectoria, vínculo o inserción laboral en áreas relacionadas con el campo de las energías o tecnologías asociadas, sino también aquellos que presenten interés en expandir sus conocimientos y competencias en estas temáticas..

En 2021 se activó la tercera edición. “Las dos primeras fueron presenciales, con una gran repercusión y una muy interesante participación. Eso demostró el interés en estas temáticas, de tanta importancia para un país en desarrollo como la Argentina” pero “para aquellas personas que no poseen un conocimiento previo, es difícil discernir sobre la información disponibles en las redes, por lo cual, la diplomatura busca dar luz sobre estos temas”, explicó la doctora Verónica Córdoba, coordinadora de la Diplomatura.

La amplia convocatoria que tuvo dicha oferta académica validó la necesidad de acceder a “información científica sobre conocimientos básicos, su desarrollo y cómo es la situación actual sobre estas temáticas; fundamental para discernir qué tipo de información es certera”, indicó la profesional.

La última versión es diferente ya que “forma parte de un convenio con el Municipio de Lobería, a ciclo cerrado. La idea inicial era viajar y hacerla presencial, pero con la pandemia se cambió a un formato virtual. En julio se dictó el primer seminario y tanto los cursos como los demás seminarios, han sido online. Termina el año que viene”, precisó la docente del Departamento de Ingeniería Química de la FIO.

La profesional, que se doctoró en Ciencia y Tecnología en la UNSAM, puso en valor “el apoyo de educación a distancia de (el programa institucional) EDU:COM, que nos aportó las herramientas para impartir conocimientos a través de la plataforma virtual, pero que también capacito a los alumnos a través de la realización del primer curso, correspondiente al aprestamiento a la educación virtual”.

 

Oferta abarcativa

 

Desde sus inicios, en 2017, la diplomatura logró convocar a “toda una diversidad de perfiles, ya que tenemos desde chicos que finalizan secundario hasta ingenieros con amplios conocimientos”, ejemplificó la Dra. Córdoba, responsable del Curso de Bioenergía.

Las energías eólica y fotovoltaica son las temáticas que han despertado mayor interés, mientras que bioenergía y tecnologías ambientales son tópicos que suelen ser más ajenos y en algunas ocasiones rozan temáticas relacionadas a la química y por lo tanto, suelen ser más específicas aunque siempre se intenta generalizar, para poder llegar a los estudiantes”, planteó la profesional.

Las problemáticas ambientales asociadas a los residuos urbanos, los rellenos sanitarios y la situación de cada municipio resultan más atractivas y cotidianas que “una tecnología de biodiesel o bioetanol, que al no tener una industria cercana, suele resulta una temática más ajena”, comparó la coordinadora.

No obstante, el mapeo de conocimientos que se ofrece a través de esta oferta es “general” y abarcativo, ya que “cada zona del país tiene una mayor potencialidad para aplicar un tipo de energía renovable, en este sentido, la solar fotovoltaica es una tecnología más aplicable donde la radiación es más fuerte y no necesariamente es en el radio de influencia de la FIO, aunque no es excluyente”, aclaró la doctora.

De hecho, “el bioetanol es fuerte en la zona de Tucumán y Córdoba, por la producción de caña de azúcar y maíz respectivamente; el biodiesel en Santa Fe y Rosario; el biogás en el centro del país y la eólica en el sur. No apuntamos solo a lo regional sino que tratamos de mostrar la situación en Argentina porque hay leyes nacionales que fomentan el desarrollo de estas tecnologías y cada zona tiene la posibilidad de aplicar tecnología con un mayor aprovechamiento”, evaluó Verónica Córdoba.

 

Desafíos postpandemia

 

Las nuevas tecnologías transforman el escenario energético y se constituyen en una oportunidad para el aprovechamiento de fuentes alternativas como la solar, la eólica o la biomasa, promoviendo un futuro con bajas emisiones de carbono, causantes del cambio climático. La explotación de este tipo de energía “requiere de equipamiento que suele de origen extranjero. El desarrollo nacional es escaso y ésa es una problemática que también se aborda. Aunque se vislumbra una apertura , aun es lenta y escasa”, observó la profesional.

De todos modos, uno de los eslabones clave de esta cadena de producción sigue siendo la formación y la disponibilidad de recursos humanos capacitados. “Hay que empezar por conocer el proceso para ver la tecnología que se podría desarrollar acá. La Diplomatura tiene como concepción el diseminar el conocimiento. No podrán hacer un diseño pero sí conocer de qué se trata y tener el concepto básico, en un idioma donde se entiendan todos”, detalló la Dra. Córdoba.

La transición a una economía sostenible por medio de la energía renovable, eficiencia energética y desarrollo sostenible, dejando atrás los combustibles fósiles impone nuevas reglas y exige otros abordajes. “No podemos seguir siendo ajenos. El desarrollo en Argentina viene de mano de la legislación y de fomentos económicos que permitan la aplicación de estas tecnologías, que no surgen por sí solas porque además son muy costosas”, enfatizó la coordinadora de la diplomatura.

 

DIPLO BALANCE 6

La Dra. Verónica Córdoba planteó que la diplomatura responde a la demanda regional sobre la formación en energías renovables.

 

En medio de este contexto, la FIO tiene la ventaja comparativa de estar “un paso adelante” en cuanto a la formación de recursos humanos. “La cantidad inscriptos muestra la necesidad que había en la región. Falta información general sobre los diferentes tipo de tecnologías, en qué condiciones se pueden aplicar, qué se necesita, qué falta, qué emprendimientos son válidos o qué aplicar de acuerdo a lo disponible y según la región”, apuntó Córdoba.

Las expectativas son amplias y el campo de acción es insondable. “Hay mucho camino por recorrer”, dijo finalmente la Ing. Verónica Córdoba, sin descartar que planean asumir los nuevos desafíos que ha impuesto la pandemia como, por ejemplo, ir hacia una versión híbrida de la diplomatura para ampliar las fronteras y la convocatoria. 

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