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“Igualdad de género hoy para un mañana sostenible” es el lema de este 8 de marzo y en ese contexto, dos investigadoras de la FIO explican qué rol protagónico emprenden las mujeres científicas que forman y se proyectan a la comunidad en lucha contra el cambio climático. En esta nota las académicas hablan del peso de los mandatos, de los desafíos urgentes y de lo que les genera esperanza.

 

Enseñan, hacen ciencia e investigan sobre crisis climática y desarrollo sustentable. Ven que hay mujeres que lideran movimientos sociales y ganan terreno en organismos, instituciones, empresas y universidades. Asumen que hay avances importantes pero al mismo tiempo observan que aún pesan las prácticas conservadoras y patriarcales. En biología, salud, ciencias sociales y humanidades es más fácil dar el salto; en exactas y naturales los varones siguen haciendo podio. Desde la Facultad de Ingeniería de la UNICEN, la doctora Marcela Bavio y la ingeniera Estela Santalla ofrecen una mirada sobre las diversidades y mandatos que aún imperan aunque a la vez valoran algunos los cambios en términos de género y equidad.

“No solo se debe hablar de la igualdad de oportunidades en Ciencia y Técnica sino que deben existir políticas claras acerca de esto”, apunta Marcela Bavio, con números y ejemplos que le resultan alentadores.

“La mejor estrategia siempre será la educación”, asegura Estela Santalla, al analizar los pasos que deben seguirse respecto del género, la justicia social y el calentamiento global.


Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la ONU Mujeres propone como lema "Igualdad de género hoy para un mañana sostenible". En la Facultad de Ingeniería hay intentos sostenidos por lograr dicha igualdad en busca de un futuro sustentable y más armónico; y ambas investigadoras no solo lo certifican sino que se constituyen en voces autorizadas.

 


Aportes y diferencias

 

“Hay un camino dinámico, en constante transformación” y tanto la búsqueda como la transmisión del conocimiento parten de “una herramienta que es la ciencia, teóricamente un paradigma de neutralidad y objetividad, que no ha escapado a los prejuicios de género”, sostiene la ingeniera Estela Santalla, máster en Ingeniería Ambiental y experta en asuntos ambientales.


A pesar de factores que aún condicionan, la profesional registra “reivindicaciones a mujeres de ciencia que fueron ignoradas como mentoras de muchos descubrimientos científicos, varios de los cuales alcanzaron el Nobel” y en la crisis climática encuentra movimientos con miradas transversales, a través de organizaciones comunitarias que defienden un desarrollo armonioso con el entorno.


“Muchos de esos movimientos sociales se llevan adelante por mujeres que levantan banderas de defensa de los recursos naturales, ya que son las primeras en detectar las problemáticas ambientales”, expone la referente del sector Residuos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas desde 2010.


La responsabilidad que tienen las mujeres y los hombres, en esa generación de saberes es “incorporar todas las miradas transversales para promover un desarrollo armónico con la naturaleza”, indica la referente del cTAE (Centro de Tecnologías Ambientales y Energía) e integrante del grupo desarrollador del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero de Argentina para el Sector Residuos.


Por su parte, la doctora en Química, Marcela Bavio, plantea que las universidades se presentan como una oportunidad para las mujeres a la hora de trabajar por un mundo más sustentable tanto en la formación, como en la investigación y extensión.


“La academia debería ser el lugar por excelencia en el cual no entren en juego las diferencias de género y desde hace unos años se comienza a incorporar y concientizar acerca de la igualdad de oportunidades para las diversidades. Hoy la formación de mujeres en diferentes áreas del conocimiento es cada vez mayor y en carreras preponderantemente ´masculinas´ hay una tendencia a incorporar jóvenes mujeres. Eso posibilita una mirada diferente, de la mujer que siente y es objeto de la falta de derechos e igualdad. La mujer ha tomado la posta de luchar por sus derechos”, enfatiza la docente de la FIO.


Es una realidad que en diferentes áreas del conocimiento suele haber referentes varones pero “van en aumento las investigadoras en distintas disciplinas y hay al menos una mirada interna de los organismos de Ciencia y Técnica. Se promueven políticas de reconocimiento y oportunidades para las mujeres que dirigen líneas, investigan y hacen extensión”, rescata la investigadora del CONICET.

 


Qué dicen los números

 

Las líneas de investigación y desarrollo de la FIO sobre la crisis climática “están construidas sobre el concepto de sostenibilidad de los sistemas, como la búsqueda de nuevos materiales para generar energía, el aprovechamiento tecnológico de residuos, o el desarrollo de indicadores socio-ambientales y tecnológicos que sirvan para la toma de decisiones en los ámbitos de la política pública o de la producción que acompañen un modelo sostenible e inclusivo”, ejemplifica Santalla, dedicada a la docencia y la investigación.


Las cifras le generan esperanza porque en temáticas de desarrollo actual y futuro “hay involucradas muchas científicas y docentes de la FIO vinculadas a organismos, instituciones, empresas y universidades”.

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La ingeniera Estela Santalla y la doctora Marcela Bavio rescatan el protagonismo femenino en la lucha por un mundo más sostenible.


“De los proyectos financiados por la Secretaría de Ciencia, Arte y Tecnología de la UNICEN, entre el 60 y 80% son dirigidos por investigadoras. Un importante flujo de recursos económicos que financian estas actividades desde lo estatal o privado tiene como responsables a científicas de la FIO. La producción científica también muestra que las mujeres son un motor importante en la producción institucional en estos temas”, grafica, y se entusiasma.


La Dra. Marcela Bavio, especialista en ambiente y energía, apunta que “en algunas distinciones otorgadas por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación específicamente se reconoce a aquellos proyectos liderados por mujeres y en las bases se aclara que se tendrá particular consideración de los proyectos presentados y/o integrados tanto por mujeres como por personas LGBTI+, en tanto conforman grupos históricamente vulnerabilizados”.


La profesional está convencida de que “no solo se debe hablar de la igualdad de oportunidades en Ciencia y Técnica sino que deben existir políticas claras acerca de esto”. Se apoya en un informe del CONICET que indica que el porcentaje de investigadoras por áreas del conocimiento aumentó en los últimos años aunque no lleguen a los escalafones más altos.


“Cada gran área del conocimiento tiene sus particularidades. Las Ciencias Biológicas, Salud, Sociales y Humanidades tienen naturalmente mayor número de mujeres. En Ciencias Agrarias, de Materiales y de Ingeniería hubo un aumento considerable de mujeres pero en Exactas y Naturales predominan los varones”, diferencia Bavio.

 


Educar, la mejor estrategia

 

En un contexto de crisis climática, donde las mujeres son más vulnerables a los impactos que los hombres por ser más pobres y a la vez más dependientes en cuanto al acceso de recursos naturales hoy amenazados, “la mejor estrategia siempre será la educación”, afirma Estela Santalla.
El acceso a “una formación sin prejuicios ni estereotipos, que incorpore la diversidad de criterios, visiones y saberes” es lo que garantizará la igualdad, observa la investigadora. Pero además la educación debe generar “responsabilidad sobre la elección de lo que consumimos, desarrollar una espiritualidad comunitaria, exigir el respecto de los derechos de quienes defienden la preservación de los recursos naturales y el sostenimiento de los servicios ecosistémicos”.


Como docentes “no podemos dejar de lado esta visión. Hay mucho camino por transitar, en una sociedad basada en una cultura patriarcal y conservadora que está enquistada, sobre todo en los sectores donde se toman las decisiones y principalmente en la justicia, donde finalmente se dirimen las problemáticas ambientales”, analiza la especialista.


Marcela Bavio señala que las nuevas generaciones de mujeres “ya no se plantean áreas exclusivamente masculinas y estereotipadas” y estos factores “promueven la producción de conocimientos y un aumento en la vinculación de la mujer con el medio socio-productivo. No es raro que hoy las mujeres del ámbito académico asesoran a diferentes empresas de gestión privada o estatal”.

 


La Agenda en agenda

 

La FIO adhiere a la Agenda 2030, una hoja de ruta para erradicar la pobreza y defender el planeta, y mantienen líneas de acción respecto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. ¿Qué papel juegan las mujeres a la hora de producir conocimiento, acciones y proyectos vinculados con el ambiente y la sustentabilidad? “Al igual que en los ámbitos de ciencia y técnica, en la FIO también hay áreas y departamentos con fuerte participación de mujeres que además dirigen muchos proyectos de extensión e investigación”, responde Marcela Bavio, que trabaja en el Centro de Investigaciones en Física e Ingeniería del Centro de la provincia de Buenos Aires.


Energía asequible y no contaminante, salud y bienestar, agua limpia y saneamiento, industria innovación e infraestructura, acción por el clima, educación de calidad, ciudades y comunidades sostenibles están en la agenda de la FIO. Bajo la perspectiva de los ODS, hay múltiples acciones en la FIO, tanto para el desarrollo de conocimiento a través de los núcleos de investigación como de la vinculación con los actores de la sociedad civil a través de los proyectos de extensión y de programas institucionales, que tienen un amplio protagonismo femenino. A modo de ejemplo, en el Núcleo INTELYMEC, las línea de almacenamiento de energía en supercapacitores, la producción de bioenergía, la valorización de residuos y la búsqueda de nuevos recursos energéticos sustentables están liderados por mujeres. También dentro del Núcleo INMAT, hay investigadoras formadas en la Ingeniería Química que trabajan en el uso de arcillas locales para el tratamiento de efluentes contaminados con metales pesados, y en la extracción de materiales de los lixiviados de rellenos sanitarios. Actividades de extensión con sectores de la sociedad que trabajan por una comunidad más sostenible también están piloteados por investigadoras y docentes de la FIO.


Estas líneas y las que se vienen asomando a través de una nueva generación de investigadoras, muestran a las “mujeres de la FIO comprometidas con la agenda ODS 2030, con la fortaleza que les da la interacción cuando se unen por un objetivo común, como se ve reflejado en la red de proyectos que las vincula con diferentes disciplinas y múltiples actores, en una realidad dinámica que va más allá del género, pues cohesiona a muchos actores de la institución”, concluyen ambas investigadoras que llevan años haciendo ciencia desde y para igualdad y por un futuro más sustentable. Fuente: Facultad de Ingeniería / UNICEN

 

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