Buscan poner en carrera un vehículo eléctrico que no sea contaminante y esté en condiciones de competir con los que se fabrican a nivel país. Esa es la meta de los estudiantes de las escuelas técnicas Nº 1 “René Favaloro” y Nº 2 “Luciano Fortabat”, que ya están trabajando para lograrlo.
Ya están en carrera. O al menos, eso es lo que se respira en las aulas de las escuelas técnicas Nº 1 “René Favaloro” y Técnica Nº 2 “Luciano Fortabat” de Olavarría, con alumnos dispuestos a fabricar un auto sustentable que no tenga emisiones contaminantes y pueda compartir a nivel país. El objetivo es sumarse al Desafío ECO YPF 2019, una competencia nacional que apunta al cuidado del ambiente, al aprendizaje integrado y al desarrollo de principios científicos, matemáticos y de sistemas tecnológicos.
La iniciativa de YPF consiste en una pulseada única con autos eléctricos de emisión cero diseñados por estudiantes de diferentes escuelas técnicas de la Argentina. Este año se concretó la séptima edición, donde más de mil alumnos de 72 escuelas técnicas de todo el país compitieron con el armado, en equipos, de autos eléctricos en el Autódromo de Buenos Aires.
La finalidad de este desarrollo de vehículos sustentables es fortalecer la concientización sobre el cuidado del medio ambiente y el uso de energías renovables.
“La conciencia ambiental como parte de la apropiación y desarrollo de capacidades en la formación de un técnico es un eje transversal que se propone en este momento en las escuelas técnicas, como parte fundamental de la propuesta educativa de cada institución”, valora Andrea Rodríguez, directora de la Escuela de Educación Técnica Nº 2 de Olavarría, en diálogo con Polo de Ingeniería en Energías Renovables y Tecnologías Ambientales.
En busca de sponsoreo
A través de Desafío Eco YPF “les proponemos a nuestros alumnos diseñar, construir y manejar un auto de emisión cero y así generar propuestas en común para impulsar la importancia de la rama y junto con el director Diego Cunioli, de la Técnica 1, más un equipo de docentes comunes a ambas técnicas que emprendimos la tarea de proyectar esta participación en conjunto”, indicó la directora de la Técnica 2.
La propuesta ya está en pie y es un hecho. “Empezamos armando el equipo de docentes. Nos hemos reunido para investigar y generar ideas posibles de cómo transitar el proyecto. Un grupo de docentes ha participado como espectador de las competencias del desafío de este año y también empezamos a buscar contactos para sponsorear lo que va a ser el proyecto”, comenta con entusiasmo Andrea Rodríguez.
Hacer bandera
“Este tipo de proyectos son fundamentales para afianzar desde otro espacio los conocimientos y competencias técnicas en nuestros estudiantes pero también para impulsar el trabajo colaborativo y en equipo en pos de una meta en común”, enfatiza la docente.
El proyecto resulta vertebral como institución y como proyecto educativo. “Trabajan docentes de diferentes especialidades técnicas de ambas instituciones, estudiantes de séptimo año en equipo de ambas escuelas y los directivos de las dos técnicas, formando un equipo de trabajo común donde se pone en relieve la formación de técnicos. Acá la bandera es la educación técnica y este espíritu es muy importante como transmisión de forma de trabajo, tanto para nuestros chicos como para el cuerpo docente”, enfatiza Rodríguez.
Doble propósito
Con respecto a la conciencia ambiental observa que “como parte de la apropiación y desarrollo de capacidades en la formación de un técnico es un eje transversal que se propone en este momento en las escuelas técnicas, como parte fundamental de la propuesta educativa de cada institución. Y promover proyectos que incentiven a los estudiantes a resolver innovando desde una propuesta que respete el ambiente y lo mejore, eso es lo que buscamos y lo que les servirá a ellos en su etapa laboral real”.
El desafío concreto será “generar un vehículo que cumpla las condiciones y compita” pero hay una meta aún mayor: “generar instancias de trabajo ampliadas en busca del trabajo en equipo y colaborativo con un propósito que apunte al uso del conocimiento para el bien común”.
“Es una intención que tome cuerpo con Desafío Eco y que seguramente seguirá en otros proyectos. Lo importante es buscar los mejores aportes que podemos hacer para la formación de nuestros estudiantes y estas iniciativas nutren muchísimo su formación”.
Se trata de un campeonato federal donde todas las provincias de la Argentina están representadas. El objetivo es fomentar la investigación de sistemas de transporte alternativos no contaminantes, para diseñar, producir, testear y competir utilizando nuevas tecnologías.
Cada equipo trabaja en un diseño propio, partiendo de un reglamento técnico y un kit fabricación aprobados y sorteados por la CDA del Automóvil Club Argentino. Y Olavarría estará ahí, representada por los alumnos de las dos escuelas de la ciudad.
En 2017 ganó la escuela técnica de Junín que este año viajaron a Liverpool para representar a Argentina en la Green Power Education donde obtuvieron el segundo puesto frente a estudiantes de todo el mundo, en la categoría Kit Car y el cuarto lugar en la tabla general. Este año el premio fue para la Escuela Técnica 23 “Casal Calviño”, de Buenos Aires.