Noticias
Integrantes del proyecto "Energía y movilidad sustentable" intentan marcar una hoja de ruta en la materia. Con esa finalidad desarrololan un vehículo eléctrico urbano propio y proponen hacer diseño de tecnología. También planean convocar a actores regionales e internacionales de todos los sectores. En ese escenario, los emprendedores son un engranaje clave y para ellos brindarán capacitaciones específicas. Además, proyectan un laboratorio de Verificación Técnica de Conversión (VTC) y estaciones de carga con energías renovables. Se incorpora el trabajo en red y nuevos empleos.

 

Buscan que autos, bicicletas y monopatines eléctricos sean parte del paisaje urbano en Olavarría y comiencen a desplazar al transporte que hoy funciona en base a combustibles fósiles. Eso proponen quienes lideran el proyecto de movilidad sustentable que acaba de ser aprobado por la Facultad de Ingeniería de Olavarría. La receta incluye un auto eléctrico propio, el diseño de equipamiento y la convocatoria a actores regionales e internacionales de todos los sectores. Los emprendedores locales serán una pieza clave y habrá capacitaciones. También planean un laboratorio de verificación técnica de vehículos eléctricos dentro de la FIO,  realizar mediciones y montar estaciones de carga. Tienen todo listo para ser pioneros y marcar una hoja de ruta dentro de este nuevo escenario energético.

“Energía y movilidad sustentable” es el nombre del proyecto que dirigen los ingenieros Marcelo Spina y Gabriel Blanco al que se sumaron los ingenieros Luis Estigarribia (externo, en desarrollo tecnológico), Federico Gachen (graduado de la FIO, desarrollo y capacitación), el Lic. Adrián Macías (nodocente de la FIO, comunicación y producción), Nicolás Brizzio (técnico y estudiante de la FIO, desarrollo y capacitación), el Ing. Joaquín Domato (docente FIO y director del CDEI, gestión de emprendimientos), Esteban Seibel (estudiante, gestión de emprendimientos), el Ing. Leonardo Ferreira Da Silva (docente FIO/doctorando en investigación y desarrollo), la Ing. Daniela Keesler (docente FIO, investigación), la Lic. Julia Igoa (nodocente FIO, cooperación y Relaciones Internacionales) y la Lic. Karina Gastón (Polo de Energías Renovables, prensa y comunicación).

 

Ir a la conversión, sí o sí

 

Los datos son determinantes y exigen apurar los tiempos: casi el 20% de las emisiones mundiales relacionadas con el uso de la energía son causadas por el transporte de personas y bienes y se estima que la cifra será del 70% en 2050,  siendo América Latina la región más urbanizada del mundo. 

Por lo tanto, desde la FIO señalan que es uno de los desafíos de las políticas de ciencia y tecnología del plan Argentina Innovadora 2020 y que además puede contribuir significativamente al desarrollo regional del centro de la provincia de Buenos Aires.

La reducción de emisiones causadas por la movilidad urbana es urgente y una de las condiciones para alcanzar el objetivo del Acuerdo de París sobre el cambio climático pero también lo es para redirigir el desarrollo hacia una igualdad social, prosperidad económica y calidad de vida.

La problemática requiere de políticas públicas y de un desarrollo nacional de alternativas para la transición del transporte urbano hacia la electromovilidad con costos accesibles. El retrofit (adaptación) es una alternativa válida que debe acompañarse con sistemas de conversión certificada y segura, dando una segunda vida a los vehículos, evitando la chatarrización temprana y fomentando la economía circular.

Los promotores de este proyecto aseguran que hay un compromiso del Ministerio de Producción de la Nación y de organizaciones como la Asociación Argentina de Vehículos Eléctricos y Alternativos por un desarrollo de vehículos eléctricos y sistemas de movilidad sostenible, con fuerza de ley, a través de la articulación público-privada.

Pero además urgen los plazos: el gobierno argentino y muchas multinacionales han definido el  límite en fabricación de motores de combustión interna, en sintonía con varios de los ODS para el 2030. En ese contexto, la tecnología basada en energías renovables, accionamientos eléctricos de alta eficiencia, sistemas de medición y estimación de energía y manejadores de baterías de fosfato de litio hierro y litio polímero son más que necesarios.

 

Medir los ciclos de conducción

 

Hoy los vehículos eléctricos en el mercado nacional tienen costos prohibitivos y una opción son los talleres de conversión de unidades de combustión interna a tracción eléctrica, con tecnología argentina. Pero debe haber un abordaje integral, desde lo reglamentario y la promoción, con certificación de buenas prácticas de ingeniería, ensayos en vehículos convertidos, estaciones de carga con fuentes de energía renovables, capacitación y que la temática esté incluida en los nuevos diseños curriculares de las carreras de ingenierías. Es decir, instalar el tema dentro y fuera del campus universitario.

Entre los objetivos que proponen desde la FIO hay una agenda de cooperación internacional y la evaluación del potencial de la movilidad eléctrica en la Argentina y en la zona de influencia de la UNICEN.  De hecho, una propuesta será determinar el ciclo de conducción de una ciudad del interior de la provincia de Buenos Aires como Olavarría y realizar comparativas con otras ciudades y con las normativas vigentes en diferentes regiones del mundo. Esa información será fundamental para acompañar la definición de políticas públicas que incluyan el modelo eléctrico como medio de transporte en el mediano plazo pero bajo la convicción de que es una oportunidad de desarrollo local a la que debe apostarse ya.

transparente1 logo.olanew.2 HCDlogouilogoPIOColegio de Inglogo fundacion.textounicen