Noticias
El Ing. Fabián Irassar expuso en Italia sobre cementos amigables con el ambiente, una propuesta inédita que ubica a la Facultad de Ingeniería como referencia internacional. La receta incluye menos emisiones y ya se aplica en la región. El objetivo es adaptarla a otras realidades del planeta. Un encuentro que cotiza en prestigio, contactos y oportunidades.
 

 

La ONU propone llegar al 2050 con cero emisiones. Es utópico, sí, pero eso ha activado las discusiones y hoy surgen soluciones que antes no estaban”, valora el ingeniero Fabián Irassar, referente de la Facultad de Ingeniería y uno de los 10 líderes mundiales que expuso en Italia en un encuentro sobre Materiales Avanzados para el Desarrollo de Infraestructura Sostenible.

La receta FIO ya se aplica en la región pero resultó novedosa ante los ojos del mundo. ¿Qué propone? Bajar un 30% las emisiones que hoy genera la producción de cemento pero con un nuevo desafío: que dicho reto trascienda la puerta de la factoría y se traslade a toda la cadena de valor.

“Hay que reducir más en el hormigón. No importa tener un buen cemento sino una construcción de baja emisión. Además de la fábrica, está la gente que construye, los ingenieros y arquitectos, la empresas públicas” involucrados en “el mercado como construcción sostenible y amigable”, explica.

En términos económicos, esa reconversión no sería más costosa pero requiere de más tecnología que, “cuando no se posee, es cara y en Argentina hay buena tecnología pero el problema de penetración en el mercado es grande, salvo Buenos Aires que tiene un 60% de desarrollo”, observa el Ing. Irassar que por primera vez asiste a este encuentro que ubica en un mismo escenario a 10 científicos para exponer ante la escucha de 100 asistentes, por un futuro más sustentable.

 

El peso de la historia FIO

 

 “Un punto de debate eran los materiales de construcción a base de cementos y cómo hacer para que no tengan emisiones. Se basan en trabajos inéditos para discutir las nuevas ideas, hacia donde ir, ver las oportunidades”, comenta el profesional que compartió la exposición junto con expertos de Estados Unidos, Bélgica y un chileno que trabaja en Suiza.

En la Argentina, la agricultura y el transporte encabezan el ranking en la generación de emisiones de gases de efecto invernadero. Pero, si se pone en la balanza a la industria, la construcción encabeza el podio.

Por eso, la FIO puso en agenda este tema ya en 2010 y ahora “estamos trabajando con la Asociación de fabricantes con oportunidades que son locales. El paradigma es global pero la solución no es la misma en todos lados y depende del transporte, el tipo de industria, de tecnología y de construcción que se use”, enfatiza Irassar.

 

Anclaje regional

 

“Siempre trabajamos en términos de región y eso nos dio gran oportunidad porque la solución de esta zona es muy particular y resulta novedosa para el mundo”, destaca con orgullo el referente de la institución académica.

La fórmula FIO apunta a la optimización de los consumos energéticos dentro de la industria, contemplando el uso de recursos naturales de la zona que son procesados y transportados. “Primero fueron los filler calcáreos, hoy es la arcilla calcinada y mañana será la combinación de ambas. Esa es la propuesta para esta región, y estamos trabajando también para otras regiones”, aclara el investigador.

Hay distintas soluciones y en todos los casos, el Estado es un actor central que requiere de reglamentación. “Ahora estamos participando desde la FIO en el cambio de reglamento de la construcción a nivel nacional”, ejemplifica el Ing. Irassar.

La transición no es sencilla y eso también se registra en la zona de Olavarría, donde hay industrias que optimizan el proceso de fabricación pero otras que siguen siendo muy artesanales.

“Se está trabajando y hay muchas cadenas de valor que se van integrando. A eso se suma algo de largo aliento y es por cuántos años vamos a construir para hacer sostenible y que el uso no sea de una generación sino de varias y para eso se requiere de la durabilidad”, apunta el experto, dando cuenta de la complejidad que encierra el tema.

En ese contexto, la FIO expuso su experiencia en el debate, en sintonía con la discusión internacional de cara al 2050. “En la industria de la construcción el problema es que usamos mucho volumen de materiales y el transporte es un factor central. Hay que reducir emisiones por el cambio climático y ver cómo favorecer económicamente la adopción de nuevas tecnologías cuando esté el impuesto al CO2”, advierte el investigador.

 

Pasos adelante

 

Es clave adelantarse a ese escenario que dejará al margen del mercado y sin competitividad a las empresas sancionadas con dicho gravamen por no haber minimizado sus emisiones ni medir procesos o infraestructuras de manera sostenible.

 

irassar italia 4

 El Panteón de Agripa: hormigón con una duración superior a los 2 mil años.

 

“La discusión pasa por definir cuáles son las soluciones. ¿Hay reemplazo? ¿Qué hacemos los ingenieros desde lo estructural? ¿Qué hace la industria desde la producción y el Estado en la reglamentación? Ese fue el núcleo de esta reunión heterogénea. ¿Cuáles serían los cambios o las líneas a investigar para lograr el objetivo sustentable?”.

“Es la primera vez que voy y es un reconocimiento. Fuimos el único país de Latinoamérica, por una cuestión de oportunidad de los temas que tratamos, no por ser los mejores”, aclara Irassar y se sonríe, luego de codearse con europeos, americanos, japoneses, chinos e indios.

Aportó ideas nuevas y apuntó otras tantas, además de ampliar su agenda de contactos para “ver qué están haciendo y tener la posibilidad de trabajar en conjunto. Ha sido una gran experiencia”, valora el referente de la FIO, tras acceder a esa antesala del conocimiento y correr con ventaja. “Pudimos ver lo que leeremos en una revista, dentro de 4 años”, grafica sobre el final Irassar, con idea de agudizar el ingenio y trazar metas superadoras desde Olavarría, cuna de la minería.

 

transparente1 logo.olanew.2 HCDlogouilogoPIOColegio de Inglogo fundacion.textounicen