Articulos
Visitas guiadas, charlas informativas, ensayos en el aula, una maqueta y manos a la obra. Así está planteada la cátedra Sistema Tecnológico de 3º año de Industrial donde se busca que el uso de las energías renovables y el ahorro energético trascienda la escuela. Con técnicos en formación y otra conciencia ambiental. La FIO está en la agenda, para optimizar los aprendizajes.

 

Una casa con techo a dos aguas que incluye una placa solar y varias torres de departamentos cuya iluminación residencial y alumbrado público se basa en la fuerza del viento.  Eso es lo que se proponen 30 estudiantes de la Escuela de Educación Técnica 2 “Luciano Fortabat” a través de la cátedra Sistema Tecnológico, de tercer año. El desafío está planteado y ambos los proyectos, encaminados. Lo que buscan es promover el uso de las energías renovables y el ahorro energético más allá del aula. El diseño, con la maqueta, los cálculos y las proyecciones tiene que estar listo para fin de año. Sara Petrucelli y Jonathan Bax son los docentes que guían esta iniciativa y que día a día se convierten en una suerte de GPS para estos adolescentes que preguntan, interpelan y hasta sienten que pueden ser gestores de ciudades más sustentables.

Ahora, ¿podría decirse que las energías alternativas forman parte de la enseñanza técnica? “Se está empezando a gestar de a poco porque hay un cambio de paradigma. Los contenidos están, siempre la energía solar se relaciona con la física, la química. El tema es buscar la forma con proyectos, maquetas, visitas al PIO, que es contexto productivo local y hacer experiencia directa, logrando aprendizajes significativos”, explica Bax.

“Nos basamos en qué quieren hacer, planteamos disparadores según el diseño curricular y de ahí se abre todo un abanico de posibilidades y entre todos decidimos qué proyectos desarrollar”, agrega Petrucelli, que lleva cuatro años en la institución.

La meta, este año, es cerrar el ciclo lectivo con viviendas pobladas de energías alternativas.

 

Una placa y un molino

 

 “Hay un grupo que está diseñando una casa solar, a dos aguas. Uno de los techos vidriado y el dispone de un panel solar. Tiene diferentes tipos de iluminación y ya están discutiendo viendo las dimensiones, cómo hacer conexiones donde no se noten los cables, y cómo trabajar la madera”, detalla con entusiasmo la docente.

tecnica2 2

 

Ya están “dibujando croquis y empezando a definir la maqueta. Hacen casa y techo de madera, en un ala va esta placa solar y en la otra va un vidrio y adentro se ponen iodos en la instalación. Hablamos incluso de que existen las tejas solares, habituales en otros países”, comenta Jonathan Bax.

Otro grupo tiene sus ojos puestos en el viento. “Los chicos tienen que idear varias torres de departamentos y que cada uno esté iluminado con energía eólica. Y también deben plantear una calle con alumbrado público con el mismo tipo de energía”, detalla Petrucelli.

¿Cómo será el prototipo? En el pequeño complejo que maquetearán “habrá un molino de viento que estará conectado y lo haremos funcionar con secador de pelo. Cuando el molino empiece a funcionar tendrá que iluminarse todo, los departamentos y la calle”, indicó la docente.

Esos aprendizajes se complementarán con “una visita a la Escuela Agraria para que vean cómo funciona un molino de agua, que es el primer modelo de energía eólica. Esa será la última visita donde también analizaremos el proceso del tambo, desde la leche hasta la producción de queso para que vean los usos de la energía”, comenta el profesor.

 

Pequeños  “arquitectos”

 

Lo que pretenden y se fijan como propósito ambos profesores es “ir de lo individual a lo colectivo porque de ese modo se podrá generar la conciencia, sin esperar el cambio de arriba” y en el aula surgen los planteos, y las contradicciones.

tecnica2 1

 

“Los adolescentes se preguntan por qué es tan difícil lograr la transición (energética). No entienden por qué es tan cara la energía y por qué resulta tan costoso recurrir a las fuentes alternativas. Y si está la posibilidad concreta de avanzar con las renovables por qué hay tanta contra. No lo entienden”, reflexiona Sara Petrucelli.

Por eso, buscan que las aulas se conviertan en un despertar de esa conciencia ambiental tan necesaria.  De hecho, además de invitarlos a ser “arquitectos” en las aulas también hay margen para otras pequeñas iniciativas de alcance cotidiano.

“Estamos con el armado de un velador que tiene un diagrama eléctrico diferente donde buscamos generar conciencia sobre el ahorro energético. Es un velador con un dispositivo para cargar celulares que corta a las 4 horas y no está toda la noche cargando. Incluso hay proyecto de La Plata para participar en un concurso y eso generó entusiasmo. Es sencillo y complejo a la vez”, expone Bax con tono desafiante, como ex alumno de esa escuela que tanto lo motiva.

De hecho, reconoce que “uno se tiene que capacitar como profe porque los chicos nos desafían todo el tiempo. Ya a fines de febrero empezamos a planificar y a trabajar con otras materias porque esta propuesta es transversal. La redacción del proyecto, por ejemplo, tiene el aporte de Lengua y en la cuestión técnica, tenemos la ayuda de la docente de Inglés”.

 

Prender la lamparita

 

“Hay lineamientos y se está empezando a incorporar. La Técnica 1 dicta desde este año una tecnicatura (en Energías Renovables) y en 4 años tendrá los primeros egresados”, destaca Sara Petrucelli.  

Como docentes, sienten que lo gratificante es “ver que están enganchados al empezar la clase, que sirvió trabajar los contenidos y a veces hay que salirse de lo convencional. Hay que planificar, vamos a ir a la Facultad de Ingeniería para que  vean un panel solar en funcionamiento y después de hacer la maqueta que vean en qué otras cosas se aplica”, señala Jonathan Bax.

 

tecnica2 3

 

Se genera una ida y vuelta y se promueve la capacitación extracurricular. Por ejemplo, se sumaron a la jornada sobre “Energías Alternativas y Eficiencia Energética” que el 13 de mayo realizó el OPDS en Olavarría y "en cada salida educativa hacen comparaciones, ven el funcionamiento, asocian conocimientos y surgen otras propuestas como el proyecto educativo solidario donde los chicos harán juguetes de madera sencillos: un caballito con ruedas, un tatetí, juegos de encastre, para regalar a un jardín que los necesite”, destaca Petrucelli.

Finalmente, reflexionan que las energías renovables no están instaladas de antemano. “No es que los chicos vienen con el planteo sobre las renovables. Cuando indagás, los chicos empiezan a  investigar y ahí les prendés la lamparita. Sería ideal que todas las escuelas puedan generar estos espacios porque desde ahí vamos a proyectar hacia la sociedad y tendremos ciudades sustentables. Tenemos las fuentes de energía, están al alcance, y ahí es donde se da la posibilidad y las oportunidades”, analiza Bax.

transparente1 logo.olanew.2 HCDlogouilogoPIOColegio de Inglogo fundacion.textounicen