Un sistema fotovoltaico, termos solares y cocinas eléctricas. Eso se proponen instalar en 34 establecimientos de la zona para lograr mayor eficiencia energética. Olavarría incluye a Santa Luisa y Espigas. El decano Marcelo Spina explica los alcances de esta propuesta que impulsa la Facultad de Ingeniería y que se ajusta a los objetivos del Polo de Energías Renovables.
A 47 kilómetros de Olavarría, ni la pandemia ni el feriado que recuerda a José de San Martín frenan los planeado. El objetivo es definir el perfil energético de la Escuela Nº 9 de San Luisa y a partir de ahí proponer un plan superador que incluya un sistema de energías renovables. El primer encuentro demandó cuatro horas de trabajo, con la directora del establecimiento como guía. “La idea es dotar de energía solar a las escuelas rurales o periurbanas para que vayan incorporando la idea de la sustentabilidad”, explicó el ingeniero Marcelo Spina, decano de la Facultad de Ingeniería de la UNICEN, ya de regreso a la ciudad.
El proyecto se puso en marcha este lunes 17 de agosto y se lleva adelante a través de la unidad académica mediante el Programa Provincial de Incentivos a la Generación de Energía Distribuida (Proinged) y el Foro Regional Eléctrico de Buenos Aires (Freba).
La propuesta incluye un monitoreo de 34 escuelas en seis distritos de la región para el análisis de eficiencia energética y la instalación de sistemas de energía renovable.
La intención es hacer “un relevamiento de escuelas tanto primarias como secundarias que no son céntricas o urbanas, que tienen características particulares como las escuelas rurales y que tengan comedores escolares”, indicó Spina.
El propósito es “analizar la energía térmica y la electricidad y con ese análisis de eficiencia energética tomar decisiones” vinculados con el “cambio de sistemas de iluminación, o la calefacción por un sistema fotovoltaico, termos solares y cocinas eléctricas donde haya comedores”, puntualizó el decano de la FIO.
El primer paso consiste en “caracterizar a la escuela en cuanto a perfil, consumos por franjas horarias, cantidad de alumnos, situación edilicia y ver cómo están las instalaciones eléctricas” actuales, aclaró el profesional.
Eficiencia y sustentabilidad
El mapeo que surja de estos reportes será “un insumo para el Proinged para definir las licitaciones y cambiar el tablero eléctrico, la iluminación de un salón de usos múltiples o la cocina mediante un sistema de fotovoltaico. En ese informe estarán todos esos datos como para que se impulsen las licitaciones”, aseguró el decano de Ingeniería.
El hecho de que el Estado apueste a las energías renovables en medio de la pandemia constituye una señal alentadora. "Es un buen indicador y tanto el Proinged como el Freba son organismos mixtos, donde está presente el Estado y los privados, como las cooperativas eléctricas para poder generar estas propuestas”, analizó Spina.
La propuesta incluye a varias universidades nacionales. A la FIO-UNICEN “nos tocó relevar a 34 escuelas de Olavarría, 9 de Julio, Azul, Tandil, Laprida y Bolívar. En nuestro distrito nos corresponde relevar una en Santa Luisa y otra en Espigas”.
En realidad, el monitoreo incluye a establecimientos educativos de “pueblos donde se da un servicio extendido, tengan comedores escolares y donde la eficiencia energética es baja, con construcciones edilicias que tienen materiales y aberturas de baja calidad, lo cual plantea serias dificultades” en el manejo y uso energético.
El eje de este convenio será, progresivamente, “dotar de energía solar a las escuelas para que vayan incorporando la idea de la sustentabilidad”, valoró el ingeniero Spina.
Motorizar la economía local
“Veníamos negociando esto entre todas las universidades desde hace un mes y medio hasta que firmamos los convenios. En un mes el trabajo debería estar finalizado, salvo que haya circunstancias por la pandemia que lo impidan”, observó el decano.
Por eso, en medio de la crisis por el coronarivus “queremos aprovechar esta posibilidad de que no hay estudiantes y sí están los directivos que nos guían y nos cuentan la dinámica de la escuela. Y conformamos un equipo de trabajo con estudiantes de la FIO que por la pandemia se quedaron en sus ciudades y de ahí definimos el relevamiento y la logística”, argumentó el profesional.
No obstante, “estamos prestando atención en Tandil, donde la situación es muy complicada. Ahí tenemos 3 escuelas y en la zona de 9 de Julio tenemos 7. Hoy hicimos la prueba con dos estudiantes y dos docentes en la escuela de Santa Luisa para ver cuánto demorábamos. Estuvimos cuatro horas. Después es el trabajo de escritorio y el informe”, detalló.
Es un “buen indicador de que podemos seguir siendo útiles aún con el coronavirus porque si no parece que solo vemos si crecieron los casos o los fallecimientos. La academia está muy metida en el tema de clases virtuales y esta propuesta le da soporte económico. Es otra experiencia de ver al Estado presente en busca de la eficiencia energética”, evaluó.
La Escuela de Santa Luisa, por ejemplo, tiene nivel primario y secundario con una matrícula total de 100 alumnos. “Nuestra intención y se lo planteamos al Proinged es que, una vez hechos los proyectos y se definan las licitaciones, haya margen para clusters de empresas regionales, para generar mano de obra local y que el trabajo quede en la zona”, expuso Spina.
La respuesta del organismo fue que “lo iban a estudiar para ver cómo hacer”, admitió el decano de la FIO con la expectativa de que a través de estos programas se motorice la economía local.
De hecho, “podría conformarse un cluster de 3 o 4 empresas regionales para hacer desde la nueva instalación eléctrica hasta los sistemas de energías renovables y así estaríamos cumpliendo con los objetivos del Polo de Ingeniería en Energías Renovables y Tecnologías Ambientales” en el marco de un proceso de transformación que se desarrolla en el campo de la energía a nivel país y, por ende, en Olavarría y la región.