Energías solar térmica y fotovoltaica, eólica y bioenergía son los ejes iniciales de la diplomatura que la FIO comenzó a dictar en dicho municipio. El Ing. Marcelo Spina destaca la decisión del Intendente, en apoyo a la formación de recursos y gestión de proyectos sustentables. Argentina y sus metas, Tandil como ejemplo y el rol de Coopelectric.
“Es necesario que los municipios, hoy dedicados a la pandemia, vuelvan a poner en su agenda la matriz energética”, analiza el ingeniero Marcelo Spina, docente, ex decano de la Facultad de Ingeniería y referente del Polo de Ingeniería en Energías Renovables y Tecnologías Ambientales. Las metas ambientales a nivel país serán determinantes y la formación de recursos marcará la diferencia. Por eso, desde la institución académica aplauden decisiones como las de Lobería, de promover desde el Municipio la Diplomatura Universitaria en Energías Renovables y Tecnologías para el Desarrollo Sustentable.
La iniciativa es parte del acuerdo de vinculación entre la Facultad de Ingeniería de Olavarría y el distrito ubicado sobre el Mar Argentino. Ya hubo un primer seminario sobre "Transformación energética: una necesidad urgente", a cargo del Mg. Ing. Gabriel Blanco.
En este contexto de pandemia, se decidió avanzar con una capacitación online sobre energías alternativas que ya fue exitosa en el formato presencial. También pretenden ampliar la convocatoria y tener mayor alcance.
El enfoque conceptual estará centrado “siempre en un contexto de abordar las tecnologías y desarrollo local” con la finalidad de “ver qué se puede hacer en lo local. Ver la cadena de valor que tiene, por ejemplo, el diseño de una estación solar usando la capacidad existente en el territorio”, plantea Spina.
Construir el cambio
“La idea era impulsar la Diplomatura pero vino la pandemia y decidimos presentar la versión virtual que fue aprobada por el Consejo Superior en diciembre de 2020 y ahora (en julio) hicimos la primera actividad”, apunta el profesional.
La propuesta inició con 33 preinscriptos de los cuales una veintena se sumó al primer encuentro inicial. “El objetivo, a futuro, es abrirla a otros distritos”, comenta el referente de la FIO.
La diplomatura se dictará durante un año y consta de 5 cursos, igual que en el formato presencial, con propuestas bibliografía y materiales disponibles en la plataforma virtual y encuentros sincrónicos para profundizar, discutir e intercambiar ideas.
“Los ejes centrales este año están marcados por las energías solar térmica y fotovoltaica, eólica y bioenergía” mientras que en segunda instancia, durante 2022 “incluiremos las tecnologías ambientales y la formación de proyectos”, precisa Marcelo Spina.
El profesional deja en claro que más allá de pensar y apostar a proyectos más ambiciosos y de alto alcance es necesario pensar localmente: “Hay un potencial en cada región como para tener un desarrollo propio”, enfatiza.
Eso sí, contra todos los pronósticos que indicaban que el covid 19 sería una bisagra capaz acelerar procesos de transformación hacia un desarrollo más sustentable, “la pandemia fue un cimbronazo pero no se vislumbra un cambio”, admite Marcelo Spina.
El docente opta por plantear una mirada realista, consciente de que “a ese cambio hay que construirlo y por eso la formación de recursos porque hoy y siempre las prioridades siguen siendo otras”.
Compromisos argentinos en la mira
En medio de este escenario, atravesado por la crisis sanitaria y social, necesariamente aflora “la cuestión económica, que no está clara” y ante un escenario así “es difícil formular proyectos. Un día aumentan las tarifas; otro las congelan”, argumenta el ex decano de la FIO.
Mientras tanto, la Argentina propone y promete tomar la posta y generar un camino de transición verde. “Los compromisos ambientales que ha asumido el país al 2030 son fuertes”, señala Marcelo Spina en relación con el anuncio del presidente de la Nación, Alberto Fernández, quien en abril prometió la puesta en marcha de un Plan Nacional de Adaptación y Mitigación, a presentarse en la COP 26 de Glasgow.
En dicha oportunidad, el mandatario también asumió el compromiso de desarrollar el 30% de la matriz energética nacional con energías renovables, e en el marco de la Cumbre de Líderes sobre el Clima donde participaron 40 países. “Creo que no se van a poder cumplir”, pronostica el ingeniero Spina, no sin antes aclarar que “aspiro a que sea posible en función del cambio en las matrices de producción, un cambio en la matriz energética”.
Con decisión política
En ese contexto, sería necesario y determinante que “los municipios que hoy están dedicados a la pandemia vuelvan a poner en su agenda la energía y la matriz energética. ¿Cuánto dinero sale de territorio para pagar gas y energía eléctrica cuando sería sencillo de hacerlo locamente?”, se pregunta el ingeniero Spina. Y agrega, desafiante: “Nadie tiene un pozo petróleo en su casa pero sí sol, viento y biomasa”.
Le atrae la decisión de Tandil, donde la empresa Usicom, del Grupo Usina de Tandil, presentó en abril de 2019 el Área de Energías Renovables (ER), encargada del desarrollo de proyectos, su operación comercial y la provisión de productos, insumos y asesoramiento en la temática. Una de sus iniciativas se vincula con la producción de energía a partir de los desechos sólidos urbanos a partir de un diagnóstico realizado por la Facultad de Ingeniería de Olavarría.
“La usina proyectó una granja solar” en un sistema mixto. Acá, en Olavarría, “tiene que estar convencido Coopelectric de hacer lo mismo” pero la realidad local tiene como contrapeso que en la provincia de Buenos Aires “aún no se reglamenta la adhesión a la ley de energía distribuida”.
Mientras tanto, desde la gestión pública es posible dar un primer paso, marcar la diferencia y generar cambios. Lobería es un ejemplo. “La decisión del Intendente fue apoyar el dictado de la Diplomatura en Energías Renovables y que para los asistentes fuera gratuita, es decir, a esos participantes les paga el Municipio. Es una decisión política importante. Lo presupuestó y también está pensando en el dictado de otras carreras gratuita y hasta en la construcción de una sede universitaria que hoy no tienen; la oferta se apoya en convenios con diferentes instituciones”.
La diplomatura se dicta en el marco de un acuerdo institucional entre la FIO y el Municipio de Lobería que se firmó en 2019.
¿Cuál es la clave de fomentar la capacitación de recursos propios? “En el caso de los jóvenes que no pueden emigrar pero sí abrir la cabeza para utilizar cosas que se tienen a mano. Son pequeñas comunidades pero tienen los mismos recursos energéticos que cualquier otro distrito, con la diferencia de que Lobería tiene acceso al mar, a la pampa, al agro. Son indicadores estratégicos para impulsar emprendimientos energéticos que permitan generar cadena de valor en su localidad”.
No obstante hay un vínculo previo con el Municipio de Lobería. “Estamos trabajando con un proyecto de eficiencia energética y proyectos de mejora en eficiencia en el Palacio Municipal y se sigue avanzando en otras infraestructuras municipales”, valora el ingeniero Spina.
Eso confirma que propuestas así son viables: “cuando todo eso se alinea y hay un Intendente como Juan José Fioramonti, que está convencido del camino a recorrer, es posible”, destaca sobre el final el ex decano de la FIO, convencido de que ese pequeño municipio de casi 20 mil habitantes ya se prepara para estar en la línea de largada.
