Las universidades públicas argentinas recibieron la mitad de ayuda económica respecto del presupuesto que el Gobierno nacional asignó la generación de gas, petróleo y carbón en 2018. Otro dato revelador fue la ciencia y técnica, que registró un 0,53% de recursos contra un 0,33% asignado a las empresas de hidrocarburos.
Según la Agencia Internacional de Energía la demanda energética aumenta exponencialmente. La energía que se necesita para la calefacción, luz, electricidad y transporte crecerá un 55% o más en la próxima década. La cifra trepará al 74% en los países en vías de desarrollo.
¿Qué hubiera pasado con el histórico apagón del domingo 16 de junio, que dejó sin luz a 50 millones de usuarios, si las energías renovables formaran parte del mapa energético argentino? La incidencia hubiera sido diferente con autoabastecimiento residencial, asegura el ingeniero Gabriel Blanco. El profesional lo plantea en términos de generación distribuida y dice que la clave está en redireccionar los subsidios estatales desde las multinacionales hacia hogares y pymes.
Ya son 11 las provincias que adhirieron a la Ley 27424, de Generación Distribuida, y las consultas de usuarios interesados en generar a partir de energías renovables aumentan. ¿Qué es lo que resta para que despegue este rubro en el país?
La propuesta comenzó a dictarse el 14 de junio, en el marco de la Diplomatura Universitaria de Energías Renovables. La iniciativa está a cargo del MSc. Ing. Gabriel Blanco. y el objetivo es generar nuevos enfoques y ofrecer herramientas que integren aspectos técnicos, económicos, ambientales y sociales.